lunes, 13 de septiembre de 2010

MATRIMONIO PREMATURO


MATRIMONIO PREMATURO
¿Cambiar juguetes por pañales?

En todo el mundo se considera que el matrimonio es una ocasión digna de ser celebrada y uno
de los hitos de mayor importancia en la vida de un adulto. Es triste constatar que, la usanza del matrimonio prematuro dista mucho de constituir un motivo de celebraciones.
Lamentablemente, lo que a menudo sucede es que, al imponerle a un niño o a una niña la aceptación de un cónyuge, se pone automáticamente fin a su niñez y sus derechos fundamentales se ven seriamente comprometidos.
En los últimos 30 años, en el continente asiático,en numerosas ocasiones hay que enfrentarse con el problema del matrimonio de niños y del matrimonio prematuro. Aunque muchas de las consecuencias del fenómeno aún permanecen ocultas, actualmente es del todo evidente que son millones los niños y jóvenes (principalmente muchachas) que sufren sus efectos negativos.
Un factor clave es la pobreza, que a menudo convierte el matrimonio de
niños en una estrategia para la sobrevivencia económica.

Además, se suele ver en él un modo seguro de proteger a las niñas y de garantizarles un mínimo de estabilidad en situaciones de la sociedad que se caracterizan por una presión extrema, además de recibir un número infinito de informes sobre casos de complicaciones e incluso de muertes durante el embarazo y el parto de esposas demasiado jóvenes para poder dar a luz un niño sin correr peligro.

Hoy en día hay niñas casadas, que hubieran debido estar en la escuela o jugando
con sus amigas, y que, en cambio, se veían obligadas a trabajar en condiciones próximas a la
esclavitud en las casas de sus suegros.Las estadísticas relativas a la educación, las
cuales revelan que un alto porcentaje de niños (principalmente niñas) abandonan la escuela a
causa del matrimonio prematuro. Y son muchísimas las mujeres casadas, de todas las edades, que se lamentan de no saber siquiera leer porque para casarse tuvieron que abandonar la escuela antes de tiempo. Se debe trabajar para que cambien las actitudes de las familias y de la sociedad en general, para incrementar las oportunidades de la niñez de aprender y recibir educación de calidad, para ofrecer apoyo adecuado a las familias y a los niños, y para cumplir el objetivo de que todos los niños, tanto los varones como las muchachas, sean plenamente reconocidos como miembros válidos de la sociedad y no como una carga económica.
La intención es crear una mayor toma de conciencia sobre la situación del fenómeno y,
donde sea oportuno, servir de estímulo para que se pase a la acción. Con respecto a los sitios para
los cuales no se dispone de datos suficientes sobre las características y las repercusiones del matrimonio prematuro, se recomienda a los investigadores y funcionarios tanto del gobierno como de la sociedad civil que inicien las actividades en dicho sector.




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